En los últimos años el número de usuarios que practican surf ha incrementado considerablemente. Es un deporte muy completo ya que exige fuerza, equilibrio y coordinación. Aunque el surf no es un deporte tan lesivo como otros de impacto o contacto, es conveniente prepararse también fuera del agua. Es importante adaptar nuestro cuerpo a nivel funcional (fuerza, movilidad, control…) para estar más preparados físicamente y disminuir el riesgo de lesión.
Las más comunes se producen por golpes o caídas, contra el agua, quillas, rocas, coral… lo que puede provocar laceraciones, cortes, hematomas y, si el golpe ha sido muy fuerte, contusiones. Otras lesiones que pueden producirse son del tipo ligamentosas y musculares.
Las partes del cuerpo que más sufren son:
- Rodilla:
Debido a la posición del surfista sobre la tabla y el movimiento de rotación que realiza, los ligamentos de la rodilla son los más propensos a lesionarse. Esguinces, lesiones meniscales, tendón rotuliano, rotura del ligamento lateral interno… son las más habituales. Las menos agudas necesitan de 2 a 3 semanas de recuperación mientras que las más graves pueden llegar a las 8 semanas.
- Hombro:
La tensión y esfuerzo que realizan los surfistas con la remada suele generar sobrecarga, provocando un pinzamiento del manguito rotador o una tendinopatía en el hombro, generalmente por falta de fuerza en la musculatura.
- Espalda:
La posición de remada implica elevar el pecho sobre la tabla y, cuando existe una incapacidad de extensión, la tendencia es forzar la región lumbar cervical. Debido a este esfuerzo continuo, el surfista es muy propenso a sobrecargar la musculatura y sufrir lumbalgia o cervicalgia.
- Tobillo:
Aunque no es una lesión muy común, en ocasiones suelen producirse esguiences de tobillo en el pie trasero, ya que recibe mayor carga.
¿Es posible prevenirlas?
Las lesiones son multifactoriales y no es posible prevenirlas como tal, sin embargo, hay algo que sí podemos hacer para disminuir la posibilidad de sufrirlas.
Trabajar y fortalecer nuestros eslabones débiles
El cuerpo humano se comporta de una manera específica ante el movimiento.
En el caso del surf, sus movimientos y posturas exigen unos rangos de movilidad, una coordinación inter-hemisferios, estabilidad, transmisión y generación de fuerzas…
Según estas necesidades que necesita trabajar el surfista y el nivel del que parte, mediante un plan entrenamiento pautado por un profesional, es posible potenciar y mejorar la movilidad, estabilidad y/o fuerza que requiere este deporte. Al tener esas necesidades mejor nutridas, será más complicado sufrir una lesión.
La individualización del trabajo es clave para entrenar nuestros eslabones más débiles.
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