El bruxismo es una disfunción de los músculos y articulaciones de la mandíbula que consiste en rechinar, crujir o apretar los dientes. Suele ser más habitual hacerlo por la noche mientas dormimos, aunque, en ocasiones, también se hace durante el día.
La articulación temporomandibular (ATM) es la responsable de los movimientos de apertura y cierre de la boca, actuando como una especie de bisagra. Por ese motivo es muy importante que trabaje correctamente y que no produzca dolor a la hora de realizar acciones tan habituales como comer o hablar.
Los principales síntomas son:
- Dolor mandibular y de oído.
- Problemas en la articulación temporomandibular.
- Dolor de cabeza.
- Tensión.
- Sensibilidad dental al frío y al calor.
- Problemas cervicales.
- Despertar con tensión en la mandíbula.
- un deterioro de la salud bucal.
Tratamiento
El tratamiento para el bruxismo debe enfocarse desde diferentes ramas de la medicina o la salud, como dentistas (para férulas de descarga), fisioterapia, psicología… ya que el motivo principal de este trastorno suele estar asociado al estrés, ansiedad, trastornos de sueño…
La fisioterapia puede ser un gran aliado en estos casos ya que nos ayuda a reducir el dolor provocado por la tensión muscular acumulada. Los tratamientos de fisioterapia para el bruxismo consisten en trabajar la articulación temporomandibular mediante terapias manuales, movilizaciones… ayudando a restaurar el movimiento natural de la mandíbula.
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