Sin apenas darnos cuenta ¡Ya estamos en diciembre! Para la mayoría, un mes muy esperado por los encuentros y festejos con familiares y amigos. Pero, estas celebraciones vienen acompañados de turrones, mazapanes, comidas y cenas copiosas, bebidas alcohólicas…  Y es que, culturalmente, las navidades se asocian a los excesos y el empacho.

Cuando llegan estas fechas, es común que nos empiece a preocupar cómo afrontarlas de una manera saludable. La actitud con la que nos enfrentamos a estos compromisos sociales y familiares serán clave.

Hace semanas que empezamos a ver las estanterías de los supermercados llenas de productos navideños como turrones y polvorones, incitando desde antes de tiempo a este consumismo alimenticio. Pero ¿Sabéis por qué comienzan a vender esos productos tan pronto verdad? Porque se compran.

Tratemos de hacer frente a dichas campañas navideñas tan adelantadas en el tiempo, porque el problema no es el polvorón del día de Navidad, sino todos los polvorones que se comen entre octubre y febrero. ¿Son, por lo tanto, las navidades o el consumismo navideño que nos empuja a consumirlos? Resultaría muy sencillo decir a la gente que tenga fuerza de voluntad y que no compre. Sin embargo, como digo, el entorno no ayuda, aunque seamos nosotros mismos quienes lo hemos propiciado. Entonces, ¿qué podemos hacer para evitar ese exceso de semanas?

 

6 consejos para una alimentación saludable en navidad

1. DEFINIR MUY BIEN CUÁLES SON LOS DÍAS QUE VAMOS A SALIRNOS DE LA RUTINA.

“ Ejemplo:

– 10 de diciembre: Comida de empresa. Comida en el restaurante X . Menú: langostinos a la plancha, jamón ibérico, rape a la brasa con patata panadera y verduras salteadas y milhojas con helado de vainilla. También comeré/beberé: 2 trozos de pan, café, 2 copas de vino, 1 de champán y 2 gintonic.

Es decir, debemos definir muy bien qué días, cuánto, cómo y dónde nos saldremos de la rutina. Es una buena manera de saber lo que vamos a hacer y que fuera de esos momentos debemos seguir con total normalidad, como si fuese abril o mayo.

2. COMER CON TOTAL NORMALIDAD, TANTO ANTES COMO DESPUÉS DE LOS DÍAS SEÑALADOS.

Basar la alimentación en vegetales, incluyendo en todas las comidas y cenas una cantidad generosa de verdura, incluyendo legumbres a diario, consumiendo cereales de calidad, tubérculos, proteína de calidad, frutos secos crudos y sin sal, frutas de diferentes colores, especias, infusiones, etc.

3. CONTROLAR LA CANTIDAD CONSUMIDA.

Dichos momentos salidos de la rutina normalmente nos atrapan hacia el consumo excesivo por las emociones y momentos que se viven, ya sean alegres o tristes. Es importante no olvidar que el hecho de estar comiendo algo diferente no significa que tengamos que comer en exceso. Comeremos cosas que no son habituales como foie, cordero y turrón, pero eso no significa que haya que comerlas en exceso. Eso sí, sea lo que sea que comáis, ¡disfrutadlo! Solo ocurre X días al año.

4. “Mejorquesobrequenoquefalte”¡¡¡ERROR!!!

Si nos encargamos del menú, cocinemos cantidades normales. Nadie va a quedarse con hambre, os lo garantizo, y si de verdad alguien quisiese comer más, se come más fruta. Cocinar en exceso solo conduce al error: comer en exceso hasta el empacho, estar 4 días comiendo lo mismo (siendo cosas que no deben estar presentes en la rutina) o tirar comida a la basura.

5. NEGOCIAR EL MENÚ.

Algún paté de pimientos, berenjena, hummus, guacamole u olivada junto con el foie. O en sustitución. Incluir los espárragos y langostinos típicos de navidad en una ensalada bien decorada, por ejemplo. Priorizar pescado a carne, por ejemplo. Porque la carne consumida suele ser roja (cordero, chuleta, solomillo, etc.)

Tener solo 1 postre y no varios postres. Tener los dulces navideños en poca cantidad. ¡Que no sobre! 1 tableta de suchard posiblemente ya sea suficiente.

6. ADQUIRIR PRÁCTICAS DE CONSUMO/DÍA A DÍA ADAPTADAS Y PERSONALIZADAS.

Si año tras año las navidades se convierten en una pesadilla, la ayuda de un/a psicólogo/a y un/a nutricionista te resultaría de gran ayuda. La conducta alimentaria se puede mejorar, déjate asesorar. Eso sí, debemos tener claro qué si esto ocurre, posiblemente sean muy diferentes los aspectos a trabajar emocionalmente y nutricionalmente. Es por ello que no será en esta ocasión en la que podáis leer consejos más concretos.

Estas fechas son complicadas también para los profesionales de la salud y el abordaje nutricional debe estar siempre adaptado a la situación de cada persona.

NO OLVIDEMOS QUE LO MÁS IMPORTANTE ES EL DÍA A DÍA ANUAL, 4-5 comidas/cenas puntuales y diferentes NO van a cambiar nada.

6 consejos para una alimentación saludable en navidad

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