A través de las técnicas de estimulación cerebral invasiva podemos modificar el funcionamiento de las zonas del sistema nervioso que no funcionan correctamente y conseguir normalizar su actividad. Con ello se obtiene una mejora de la sintomatología, la cual, además, se mantiene en el tiempo.
Área de Diagnóstico y Tratamiento de Trastornos Neurológicos
Neuros es pionero en España en la implementación de las técnicas de estimulación cerebral no invasivas para los trastornos psiquiátricos y neurológicos.
Las funciones cognitivas son procesos mentales que se ponen en marcha gracias al funcionamiento de diferentes circuitos cerebrales y que posibilitan que las personas puedan recibir, procesar y elaborar información. Estas funciones posibilitan la conducta e interacciones que realizamos en el mundo cambiante. Estimular el cerebro nos permite activar redes neuronales concretas para visualizarlas, entender cómo interactúan unas con otras y actuar sobre ellas para que funcionen mejor.
Las técnicas de neuromodulación se han utilizado ampliamente para estudiar y mejorar la función cognitiva, con el objetivo de modular diferentes procesos cognitivos. En el caso de los trabajadores que realizan tareas mentales y físicas de alta intensidad, la fatiga extrema no solo puede afectar a su eficiencia laboral, sino que también puede provocar un deterioro cognitivo o un deterioro cognitivo, lo que, a su vez, supone una grave amenaza para su salud física.
Enobio 32 y fNIRS
Esta tecnología nos permite medir la actividad neuronal y evaluar el estado del sistema nervioso, proporcionando datos objetivos para mejorar el seguimiento y diagnóstico de problemas neurológicos y neuropsiquiátricos.
Nacida en 2003, con patentes y licencias del Instituto Nacionales de Salud, en USA (NIH) y la aprobación de la FDA en 2013 para la práctica clínica de sus procedimientos y posteriormente para el uso clínico , marca CE en Europa.
Como procedimiento no invasivo, la TMS profunda es un tratamiento bien tolerado que no causa efectos secundarios adversos ni duraderos. No requiere un periodo de recuperación significativo y el tratamiento de 20 minutos puede integrarse fácilmente en la agenda diaria de cada paciente.