Dentro del campo de la medicina regenerativa, uno de los tratamientos más utilizados actualmente es el ácido hialurónico. Este compuesto, junto al plasma rico en plaquetas (PRP), representa una de las herramientas más eficaces para mejorar el estado de las articulaciones, especialmente en pacientes con procesos degenerativos.

En este artículo, el Dr. Javier de la Fuente, médico traumatólogo en Ammma, nos explica en qué consiste el tratamiento con ácido hialurónico y cuáles son sus beneficios.

¿Qué es el ácido hialurónico?

El ácido hialurónico es un disacárido, es decir, una molécula compuesta por dos azúcares, que se puede obtener por dos vías:

  • De origen animal, normalmente extraído de la cresta de gallo.

  • Por fermentación bacteriana, mediante un proceso químico llamado biofermentación.

Su uso más extendido se da a nivel articular, donde actúa como sustituto del líquido sinovial, especialmente en casos en los que este se encuentra deteriorado por procesos degenerativos.

¿Cómo actúa en las articulaciones?

El ácido hialurónico tiene un doble efecto: mecánico y biológico, que lo convierte en un tratamiento versátil y eficaz.

1. Efecto mecánico

Este efecto depende del peso molecular y de la viscosidad del producto. Existen tres tipos según su peso molecular:

  • Bajo peso molecular (< 1000 kDa)

  • Medio peso molecular (hasta 3000 kDa)

  • Alto peso molecular (> 3000 kDa)

Los productos de alto peso molecular tienen una función más mecánica: sustituyen al líquido sinovial y ayudan a absorber las cargas en la articulación. Además, al formar una película sobre los receptores del dolor, pueden contribuir a bloquearlos, reduciendo así la percepción dolorosa.

2. Efecto biológico

Este efecto está más relacionado con los productos de bajo peso molecular. Su acción se centra en estimular a la articulación (especialmente a la membrana sinovial) para que vuelva a producir su propio ácido hialurónico de forma natural. Es decir, inducen la regeneración endógena del líquido sinovial.

¿Cómo se administra?

El número de infiltraciones varía según el tipo de producto:

  • Bajo peso molecular: suele requerir varias inyecciones.

  • Alto peso molecular: puede ser suficiente con una o dos infiltraciones al año.

La elección del tipo de ácido hialurónico dependerá del caso concreto, del grado de afectación articular y de los objetivos terapéuticos de cada paciente.

¿En qué casos se recomienda?

El ácido hialurónico se recomienda principalmente en:

  • Pacientes con artrosis leve o moderada.

  • Personas con dolor articular que buscan evitar o retrasar tratamientos más invasivos.

  • Deportistas o personas activas con desgaste articular.

Conclusión

El ácido hialurónico es una herramienta valiosa dentro de la medicina regenerativa. Gracias a su doble función, ayuda tanto a reducir el dolor como a mejorar la función articular, y en muchos casos puede evitar la progresión del deterioro articular.

En Ammma, cada caso es valorado de forma individual, y se elige el tratamiento más adecuado según las necesidades del paciente y la evidencia científica actual.

Ammma
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