Durante el embarazo, el cuerpo de una mujer experimenta una serie de cambios significativos tanto a nivel hormonal como postural. Estos cambios son naturales y necesarios para el desarrollo del bebé, pero también pueden tener consecuencias en la salud y bienestar de la madre, particularmente en lo que respecta al suelo pélvico.
Cambios fisiológicos y suelo pélvico
El aumento de peso durante el embarazo y la distensión de los rectos abdominales son factores que pueden contribuir a una alteración del suelo pélvico. Este conjunto de músculos y tejidos de soporte, que se extiende desde el pubis hasta el coxis, es fundamental para la continencia urinaria y fecal, así como para el soporte de los órganos pélvicos.
La presión adicional del peso del bebé, junto con el estiramiento de los músculos abdominales, puede debilitar el suelo pélvico, aumentando el riesgo de incontinencia y prolapsos, tanto durante el embarazo como en el postparto.
Trabajo preventivo durante el embarazo
Con el consentimiento del ginecólogo, es recomendable comenzar a trabajar el suelo pélvico durante el embarazo. Este trabajo no solo se enfoca en fortalecer los músculos del suelo pélvico, sino que también incluye ejercicios de fuerza y movilidad de todo el cuerpo. Estos ejercicios ayudan a mantener la estabilidad y la funcionalidad del cuerpo, facilitando el proceso del parto y la recuperación postparto.
El trabajo de fuerza global es esencial para preparar el cuerpo para las demandas físicas del embarazo y el parto. Por otro lado, la movilidad pélvica es crucial para asegurar una mayor flexibilidad y reducir la rigidez, lo que puede facilitar el proceso de parto.
Masaje perineal a partir de la semana 32
A partir de la semana 32 de embarazo, se recomienda iniciar con un masaje perineal. Este masaje, que puede ser tanto externo como interno, tiene como objetivo mejorar la elasticidad y flexibilidad de la musculatura del periné. Además, ayuda a descongestionar la zona, preparándola para el parto.
El masaje perineal está diseñado para disminuir la probabilidad de desgarros severos durante el parto (nivel tres y cuatro). Aunque no se puede prevenir completamente la posibilidad de un desgarro, el masaje perineal puede reducir significativamente este riesgo, facilitando un parto menos traumático y una recuperación más rápida.
El cuidado del suelo pélvico durante el embarazo es crucial para prevenir complicaciones y promover una mejor recuperación postparto. Un programa de ejercicios adecuado, combinado con masajes perineales a partir de la semana 32, puede marcar una gran diferencia en la salud pélvica de la madre.
En Ammma, entendemos la importancia de este cuidado y estamos comprometidos en ofrecer programas personalizados que incluyen ejercicios de fuerza, movilidad y técnicas de masaje perineal. Nuestro objetivo es acompañar a las futuras madres en cada paso del camino, asegurando que tanto el embarazo como el parto sean experiencias saludables y positivas.
Referencias:
1. Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia. (2020). Guía de cuidado del suelo pélvico durante el embarazo.
2. Asociación Americana de Fisioterapia. (2021). Beneficios del masaje perineal en el embarazo.
3. Sociedad de Obstetricia y Ginecología. (2019). Cambios fisiológicos durante el embarazo y su impacto en el suelo pélvico.