Alimentos que nunca deben faltar en casa

La clave está en lo simple.

Ponerse el gorro de cocinero de vez en cuando está bien pero, por desgracia, invertir tiempo en la cocina no es sinónimo de comer mejor. Llevar una planificación semanal es la mejor estrategia, cocinar el fin de semana o cuando disponemos de tiempo y guardarlo para ir consumiéndolo durante la semana. Lamentablemente, las tareas del día a día no nos permiten llevarlo a cabo.

Además, los meses de verano se hace aun más dificil llevar una alimentación equilibrada ya que tendemos a «picotear» más y a pasar más tiempo fuera de casa.

A la hora de hacer la compra de alimentos, debemos seguir 2 premisas:

  1. No comprar y no tener en casa aquello que no queramos/debamos consumir
  2. Comprar y tener aquello a lo que queramos/debamos recurrir

Entonces, ¿qué alimentos no deben faltar en casa si queremos preparar un menú rápido y saludable?

    • LEGUMBRES EN CONSERVA

Las grandes aliadas por su durabilidad y bajo nivel de procesado. Siempre debemos tenerlas en la despensa.

    • VERDURAS EN CONSERVA

Al igual que las legumbres, son el plan perfecto para cuando no hemos tenido tiempo de preparar verdura fresca.

Judías verdes, alcachofas, pimientos piquillo, espinacas, acelgas, pencas, espárragos, zanahoria rallada, menestra, puerros, etc.

    • VERDURAS CONGELADAS

Deben ser cocinadas nada más sacarlas del congelador y consumidas al momento. Es importante que no tengan escarcha. En primer lugar, se descongelarán perdiendo agua para, a continuación, evaporarse quedando las verduras “secas”.

Guisantes, judías verdes, coles de Bruselas, brócoli, coliflor, setas, menestra, zanahoria, pimientos, pisto, parrillada de verduras, cebolla, etc.

    • HUEVOS

Pueden ser cocidos, a la plancha, escalfados, en tortilla, en revuelto, cocinados en sartén, horno, microondas, etc. Cualquier opción es buena y por eso nunca deben faltar en nuestr cesta.

    • PESCADOS EN CONSERVA

El pescado fresco requiere ser comprado y cocinado prácticamente en el día, con la ardua tarea que supone. Las conservas son la solución a ese problema. Eso sí, no olvidemos que la prioridad es consumirlo fresco, esto es el plan B.

Sardinillas, anchoíllas, melva, caballa, atún, bonito,  mejillones, berberechos, salmón, etc.

    • YOGURES

No tienen fecha de caducidad, sino fecha de consumo preferente. Por lo tanto, podríamos tenerlos en el frigorífico sin miedo a que se estropeen. Si sois de comer postre, el yogur es vuestra estrella.

Además de los mencionados, no debemos olvidar la importancia de comprar siempre fruta y frutos secos (con cáscara) para tener siempre una opción saludable para almorzar o merendar.

 

A partir de aquí, todo sería echarle imaginación y mezclar alimentos 😉

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